Hace muchísimos años se conocían en la India a los sannyasis, los renunciantes que se alejaban de sus hogares y familias para emprender un camino de pureza y auto transformación. Representaron un modelo y una inspiración no solo para la inmensa mayoría de los residentes de India, sino también para las incontables personas de todo el mundo que anhelaban una vida sin deseos ni atracciones mundanas de ningún tipo.
Representaron un modelo y una inspiración no solo para la inmensa mayoría de los residentes de India, sino también para las incontables personas de todo el mundo
Hace 87 años que Brahma Kumaris emergió con las enseñanzas de la filosofía del raja yoga. El mundo podría confundirlo con aquel camino del antiguo raja yoga de Patanjali, pero nuestro estilo de vida no concibe dejar casa, familia o tener que raparse la cabeza.
La renuncia de nuestro raja yoga es un camino interior, yendo hacia lo más profundo de la conciencia espiritual, del ser, para desarrollar el auto conocimiento y sacrificar o purificar todos los registros de la personalidad, con los que hemos creado relaciones de posesión desde y hacia otras personas; en esto también, se cuentan las ataduras a los placeres sensoriales, el apego por los objetos o la avaricia de la riqueza material, que tarde o temprano provocan pesar en el alma.
La renuncia de nuestro raja yoga es un camino interior, yendo hacia lo más profundo de la conciencia espiritual, del ser, para desarrollar el auto conocimiento y sacrificar o purificar todos los registros de la personalidad
En la filosofía del raja yoga de Brahma Kumaris pensamos que alejarnos de las personas o las posesiones no sana nuestro dolor emocional, y que solo es posible llegar a un proceso de purificación por medio de la unión (yoga) con la Fuente o Energía Suprema. Hacerse puro (sacro) es redescubrir y vivir con los sentimientos inherentes al ser: paz, amor, felicidad, pureza y verdad. Por ello, entendemos que la renuncia sutil no implica dejar nada a un nivel físico o material, sino terminar con la dependencia y los deseos de que alguien me quiera, me cuide, me siga, etcétera.
En la filosofía del raja yoga de Brahma Kumaris pensamos que alejarnos de las personas o las posesiones no sana nuestro dolor emocional, y que solo es posible llegar a un proceso de purificación por medio de la unión (yoga) con la Fuente o Energía Suprema
En este camino buscamos el amor como la esencia del alma, sin el ego que hemos creado, ya que amor no es estar con alguien porque me quiere, me cuida o me de dinero, sino porque realmente lo amamos y queremos cuidarlo y que sea feliz, sin el sentimiento de que me pertenece. Este sería en resumen la diferencia entre amor y dependencia emocional.
Por eso decimos que, a diferencia de otros senderos, nosotros somos los yoguis que no se van a la montaña.



